En 1914, cuando Don Josué Igarzábal afrontó la aventura de fundar nuestra Biblioteca, San Martín era una población de característica heterogénea y de franca evolución. Físicamente conservaba todavía el aspecto de un pueblo de campaña separado de Buenos Aires y de las localidades vecinas por una vasta extensión de campo abierto constituido por chacras, tambos, y potreros. Dos o tres calles pavimentadas de no mucha extensión, y otras empedradas en las proximidades de la plaza, bien cuidada ésta, por cierto, la iluminación eléctrica y las aguas corrientes, señalaban las mejoras edilicias obtenidas algunas de ellas durante la Intendencia de Don Santiago Bonifacini. En las cercanías del centro, y de éste abundaban las quintas y las casas con grandes parques lindando con los comercios y con una edificación más compacta y ciudadana.
San Martín comenzaba a desperezarse de su sueño de pueblecito veraniego con que había entrado en el siglo XX. El partido tenía entonces 99 kilómetros cuadrados de superficie y una población de 48.000 habitantes. La ciudad se extendía desde las vías del ferrocarril hasta la calle Balcarce-Nueve de Julio en un sentido, y desde Perdriel hasta Tres de Febrero en el otro. Fuera de sus límites, el campo.
Es conveniente adelantar que el San Martín de 1914 se revelaba a través de un paisaje, y de una cultura de rasgos pueblerinos, cuya apacible existencia no soslayaba por ello la preocupación por el futuro de la educación y de la cultura en la ciudad. Acaso esa preocupación preparaba el advenimiento de una entidad que pudiera reunir el acervo de una bibliografía universal en el ámbito de una biblioteca pública. Y más allá de las perturbaciones sociales y espirituales que generaba el holocausto de la primera guerra mundial, algunos prominentes vecinos de nuestra ciudad, y merced a la iniciativa de Don Josué Igarzábal, se comprometieron en la tarea de crear una biblioteca popular que complementara la enseñanza impartida en colegios y escuelas del partido. El 18 de setiembre de 1914 se resuelve la creación de una biblioteca. El 24 el Consejo General de Educación de la Provincia de Buenos Aires solicita el concurso de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, a fin de que nuestra entidad fuese incluída entre las nueve nuevas a crearse en esta Provincia. Llega entonces el 4 de octubre de 1914 , día en que el Sr. Igarzábal logra constituir la primer Comisión Directiva.
La Biblioteca Popular comienza a funcionar provisionalmente en el local del Consejo Escolar. Posteriormente se alquila la casa de Don Carlos Coquet, su primer bibliotecario, sita en la calle Belgrano N° 390 de San Martín. Se redactan los Estatutos y el Gobierno de la Provincia le acuerda una subvención. En el año 1920 se traslada por primera vez a una casa más espaciosa situada en la calle Mitre N° 496. Durante ese mismo año tramita y obtiene la Personería Jurídica en la Provincia de Buenos Aires
En diciembre de 1924 se traslada nuevamente por falta de espacio, a la calle Matheu 301, esquina Las Piedras, propiedad adquirida por la Comisión Administradora en el mes de mayo de 1931, al Banco El Hogar Argentino en 220 cuotas de $ 210.- mensuales, con la garantía hipotecaria sobre la misma propiedad, y un adelanto de $ 2.000.-, solicitándose un crédito en el Banco Provincia de Buenos Aires.
Valiente resolución si se tiene en cuenta la gran crisis financiera que por esos años azotaba a nuestro país y el mundo todo. Sólo Dios sabe las penurias y peripecias que sufrieron las Comisiones Directivas de aquellos años para cumplir con sus compromisos económicos. Pero lo consiguieron, y al mismo tiempo aumentar considerablemente su caudal de libros y lectores, contando siempre con la eficaz ayuda de la Comisión Nacional Protectora de
Bibliotecas, que continuó, como los primeros tiempos con sus envíos de textos, material de consulta y subsidios.
Aquellos hombres y mujeres, sin excepción, legaron a los que le continuaron en el camino, el ascendente prestigio de una Biblioteca eficiente y organizada, sin duda alguna, pero sufriendo los apremios económicos de siempre. Con el paso de los años, el edificio, por razones lógicas se deteriora y llega el momento que no es apto para cumplir con su cometido, el que cumpliera esforzadamente, hasta fines del año 1980, sin poderlo refaccionar o remozar por falta de recursos. Pero la Providencia y el empeño de encontrar solución al acuciante problema puesto por la Comisión Directiva de aquellos años, permiten construir, en el mismo espacio libre del propio terreno, una obra acorde con sus necesidades, debida cuenta que, por ese entonces su caudal bibliográfico ascendía ya a más de veinte mil volúmenes y una concurrencia de consultantes cada día mayor.
Es justo memorar y hacer público el reconocimiento al Sr. Cnel. (R.E.) Juan Pedro Narváez, quien desde sus funciones de Intendente Municipal de San Martín prestó, durante los años 1979/1980 su decidido apoyo al proyecto de la obra a través de subsidios municipales que permitieron financiar la ejecución del nuevo edificio. Como expresara el Profesor Don Julio Arístides:…”Y cuando entre esos bienes ha logrado construir un edificio funcional, con locales comerciales rentables que ayudan a cubrir los onerosos gastos de mantenimiento y atención, cuando en la idea generadora de dicha construcción pueden inscribirse nombres como los de Andrés Abad, Néstor Pucciarelli, Eduardo O. Pereira, Bartolo Enricci, Bruno Chiviló, Gabriel Bordes o Ignacio Porto, se explica en parte que a su perseverancia y dedicación podamos ofrecer estos testimonios”…
El 18 de diciembre de 1980 se concreta la inauguración oficial del nuevo edificio. Los concurrentes a ella pueden comprobar que el ente físico de Biblioteca dispone ahora de amplias dependencias en las que han sido ubicadas racionalmente tanto el moblaje como las bibliotecas y anaqueles, todo ello dentro de una edificación que consta de planta baja y de dos plantas superiores. Se ha determinado que la primera sea destinada a locales comerciales y las dos restantes a bibliotecas, salas de lectura, salón de actos y demás dependencias.
Las décadas siguientes fueron de grandes realizaciones. Por exigencias del constante aumento de lectores, se adquieren obras bibliográficas de gran importancia; se capacita al personal para una mejor calidad de atención al público, adecuando el funcionamiento de la Institución en consonancia con los requerimientos de la Dirección de Bibliotecas; se procede a la compra de bienes muebles que otorgan un mayor confort a los asistentes, entre ellos podemos nombrar estufas de tiro balanceado, equipos de aire acondicionado, fotocopiadoras, equipo de fax, numerosas computadoras de última generación, impresoras color, brindando un servicio de excelencia a socios y lectores de la Institución.
En el curso de estos ciento tres años transcurridos, una extensa nómina de distinguidos vecinos, profesionales unos, y otros ocupados en diferentes actividades, se avinieron a interrumpir horas de solaz, de descanso, para responder al llamado de la responsabilidad que comportaba dirigir los destinos de la Institución. Para ilustrar a quienes no los conocieron personalmente, es justo reconocer que cada uno de ellos, por sus condiciones éticas y profesionales honraron a nuestra ciudad y a la Biblioteca. En estos años de existencia, las sucesivas Comisiones Directivas que la administraron fueron fieles a los principios educacionales y culturales de los fundadores. Esos propósitos se reflejaban en el primer artículo del Estatuto donde se indicaba que entre otros objetivos, la Institución había sido creada: Con el fin de fomentar la ilustración y la cultura general.
Y el año 2017 nos encuentra con un caudal bibliográfico de más de 55.100 volúmenes, entre textos de lectura, de estudio a todos los niveles, un importante número de enciclopedias alfabéticas y temáticas actualizadas, CDs, un archivo de carpetas colgantes con recortes periodísticos de temas de actualidad. La mayor parte de este material ingresado en el sistema DIGIBEPE de catalogación, clasificados por la CDU, de acuerdo a las disposiciones generales para Bibliotecas Populares. Funcionan en el salón una fotocopiadora que simplifica la tarea de los asistentes, quienes pueden llevarse la información a sus hogares, como así también un scanner y dos impresoras.
La llegada de la revolución digital y el avance de las nuevas tecnologías generaron nuevas modalidades de transmisión de la información. En este contexto la Biblioteca debió adaptarse a los cambios sufridos por la sociedad de la información y el conocimiento.
Teniendo en cuenta que han cambiado las condiciones del entorno y también los instrumentos y que la Biblioteca posee un espacio “singular” que tiene otras posibilidades para adaptar los activos que posee y conformar la demanda de los socios y usuarios, debemos resaltar que en el 2017 llegamos a tener 19 computadoras de última tecnología para garantizar el acceso a la información.
En ese camino de adaptación al cambio, se ha transformado en un verdadero Centro Cultural, de acceso libre y gratuito, donde se realizan actividades abiertas a la comunidad, sin distinción de sexo, edad, religión o condición social. Además, siempre será, indiscutiblemente, el reservorio histórico de su pueblo.
En nuestros salones anexos del 1er. y 2do. piso se dictan cursos de Yoga, Grafología, Lenguaje de Gestos, Corte y Confección, Taller Literario, Ceremonial y Protocolo, Organización de Eventos, Imagen, Oratoria, Moldería Industrial, Inglés, Francés, Italiano, Turismo Histórico, Secretariado Médico, Arteterapia, Tai-Chi-Chuan, Taller de la Memoria, Crochet, Computación para adultos, Gimnasia correctiva o sensoperceptiva, Taller de Fotografía, Taller de Biodecodificación emocional, manejo de celulares, folklore para peñas, se realizan charlas, conferencias, recitales de poesía, Presentaciones de libros de autores sanmartinenses, desfiles de moda, entrega de diplomas, y reuniones de varias instituciones de la zona, entre otras actividades de acción cultural complementaria.
Asimismo, la Biblioteca ha sido la anfitriona para el reconocimiento de sanmartinenses destacados en el quehacer de nuestro pueblo: El Dr. Ernesto Pedrazzini, el Sr. Eduardo O. Pereira, el Sr. Aníbal Morello, el Sr. Carlos Javier Benielli, el primer Juez de Paz de San Martín Don Félix Ballester, entre otros.
También ha participado de numerosas ediciones de la EPSAM, divulgando en dichas oportunidades las actividades de extensión cultural realizadas, sirviendo como vidriera y como punto de encuentro con otras Instituciones del Partido.
Nos encontramos abocados a la tarea de digitalizar los libros de “autores sanmartinenses”, con una doble finalidad: la obtención del soporte digital de cada obra para la consulta informática de las mismas, y, fundamentalmente, la de preservar el contenido de la obra impresa que en ocasiones posee muchos años desde su última edición, evitándose, de esa manera, el manipuleo constante y su consiguiente deterioro.
Quedará conformado un verdadero fondo bibliográfico de escritores y poetas sanmartinenses que será útil para los lectores que acudan a nuestra Biblioteca como así también para las Instituciones del Partido que lo requieran, con fines informativos o históricos. Este proyecto fue declarado de Interés Municipal y Legislativo por el Honorable Concejo Deliberante de Gral. San Martín. www.bibliopopsanmartin.com.ar es nuestro sitio web, donce comentamos todo nuestro quehacer, nuestra historia, el catálogo, los libros de la historia del partido digitalizados e historia de los barrios e Instituciones locales. Inbcorporamos un link denominado “vivencias de una bibliotecaria” donde se relatan hechos e impresiones de Marina Chanampa que nos acompañara durante 25 años. Recomendamos visitarlo.
Destacamos que se concretó el proyecto largamente anhelado del Sr. Bartolo Enricci de conformar una colección de periódicos locales. Estamos encuadernando los ejemplares donados por “El Noticioso” de los años 1944 a 1976. A ello le sumamos importantes colecciones de revistas existentes en la Biblioteca, algunas muy valiosas por su antigüedad y ricas en contenido histórico.
Estamos llevando a cabo uno de nuestros proyectos que es llevar nuestra “Biblioteca Itinerante” a las Unidades Penitenciarias de José León Suárez. El objetivo fundamental es la toma de conciencia del valor de tener libros dentro de los penales, brindando la oportunidad de acceso a la lectura, incentivando actividades que promuevan la alfabetización, contribuyendo al mejoramiento de oportunidades para su reinserción en la sociedad.
Asimismo con nuestra Biblioteca Itinerante concurrimos al Hogar de Ancianos Sarah Forest de Cueli con nuestro “Taller de Teatro Leído”, a cargo de Gloria Nápoli, un modesto homenaje para acercarles a los abuelos las maravillosas obras literarias de teatro que descansan en las estanterías de nuestra Biblioteca.
El 5 de octubre pasado visitamos el “Hogar María Luisa” de Villa Ballester, Institución que lleva más de cien años protegiendo y educando niños judicializados por distintas situaciones dolorosas, encontrando en el hogar contención y amor. Donamos ropa, libros, juguetes didácticos y útiles escolares.
El miedo es la principal barrera que tienen que vencer los adultos al enfrentarse a las computadoras y a las TICs en general. Por ello, la Biblioteca implementó talleres de alfabetización digital para la tercera edad que han sido recibidos con gran beneplácito.
Se ha puesto en funcionamiento el sector destinado a “Información Ciudadana”, portal de información de consulta desde el cual pueden satisfacerse las inquietudes de la ciudadanía respecto a sus deberes, garantías y derechos. Es una iniciativa cívica dedicada a trabajar por la calidad de la información pública.
Este año hemos inaugurado un servicio más para socios y usuarios. Hemos incorporado al patrimonio de nuestra biblioteca ese conjunto de nuevas tecnologías que permitan la resignificación de la lectura, adquiriendo dos tablets y un Boris de Eudeba.
Sin duda alguna, creemos estar cumpliendo con la propuesta de la UNESCO para las Bibliotecas Populares que establece como objetivo/obligación además de los servicios de lectura, información e investigación, “la recreación, la creación y difusión cultural y la educación permanente del pueblo”.
Esta es una suscinta historia de nuestra Institución, quedando para más adelante relatar los tiempos de la pandemia. Hoy, en el año 2023 esta es su Comisión Directiva
Presidente: Sr. Horacio V . Casaburo
Vicepresidente: vacante
Secretario: Sra. Liliana Lapadula
Prosecretario: Arq. Alicia Amarfil
Tesorero: Sr.Jorge H. Rodriguez Costa
Protesorero: Lic. Graciela Argelic